21 oct 2007

Y pensarte toda la noche...

Bailar en una cama con tu pelo muerto. Resbalar mis pupilas por la almohada y notar que mis iris se rompen formando cruces negras. Respirar tu piel cortante hasta ahogarme abrazado a las sábanas. Recuperar el aliento cuando... ¿Cuándo? Escapar de tus manos por entre el hueco de los dedos, como el agua de ojos arrancada. Caer. Enredarme en tus pulseras para olvidarme de sentir. Colgarme en tus infinitas pestañas y suicidarme en tus lágrimas escarlata. Una a una. Una y otra vez. Mutilar mis labios con las uñas comidas para encontrar besos sin sabor. Arrancar las cicatrices y regalártelas el día de tu cumpleaños. O mañana.
Soplarte el cuello hasta convertirte en escalofrío de(sola)do.

17 oct 2007

Conversación entre borrachos sobrios

- Bla bla bla bla bla bla


- Bla bla bla.


- Bla bla bla bla bla. Bla bla bla bla bla, bla bla, bla bla bla bla bla.


- Bla.


- Bla bla, bla bla.


- Bla... Bla... Bla... Bla...


- Ella está mejor.


- ... Pues no hay más que hablar...

30 sept 2007

Poeta de calle sucia

Empezó a vomitar versos cuando su profesor de música, con envidia respetable, le escupió al corazón que conjugaba los verbos igual que un poeta intentando derribar un muro de sentimientos, sabiendo que más tarde levantará a golpe de latidos un cielo de palabras. Entonces comprendió que odiaría la música y que gastaría los segundos de una vida llena de vacío pidiendo descafeinados en los cafés de su ciudad adoptiva.
Ahora, en uno de esos cafés, mojaba servilletas estampadas en graciasporsuvisita de poemas sin palabras que olvidaba bajo las patas de la mesa de la esquina con la esperanza de que una mujer coqueta descubriera sus confesiones despiadadas (sus verdades de vida) en el momento en que se ofrecía sugerentemente y con disimulo fingido, durante las noches otoñales de tráfico invernal, a un vagabundo de escaleras desordenadas que dirigen (da igual si subes o bajas) a las puertas de unas embestidas sin fuerza ni calor; sin pasión y sin amor.


Observaba a través del cristal, manchado de huellas de frentes melancólicas apoyadas en su desesperación, los pasos de la lluvia ahogándose en los charcos de esperanzas de una calzada de pies desnudos. Se acercó hasta la máquina de tabaco mientras su mano buscaba a ciegas las dos monedas que siempre viajaban en su bolsillo. Sin resultado, tuvo que conformarse con inspirar gustosa y violentamente (como buscando provocar el cáncer en su lengua, o en sus pulmones, o en su laringe...) el humo de un cigarro aprovechando las colillas que el anterior cliente había abandonado en un cenicero incendiado, al lado de una cajetilla extranjera que rezaba "tuer fais mal" en un intento de los cigarros ya desaparecidos de autocompadecerse ante su corta vida.


Luego se dirigirá, como todos los días, al lavabo con la idea de mojar su cara en el espejo y despejar las legañas de sus ojos dormidos. Antes de volver a su pequeña mesa, descubrirá en la madera de la puerta un grito de borracho despiadado. Viva el amohor. Al lado, un llanto de adolescente soñador. It's not how far you fall, it's the way you land. Leyendo esas líneas, las (son)risas del local se confundirán con el silencio de la soledad en su cabeza, mostrándole los dientes dorados de imitación falsa de sus dueños (creyéndose amigos cuando en realidad están solos) que le recuerdan la luz naranja infierno de las farolas filtrándose en las ranuras de la persiana, vigilando su norespirar en las noches de pesadillas frías.


Al volver, coincidirá con la camarera (su mujer cielín) de ojos siameses y cabellos sonrojados que le habría servido su taza dedicándole un rasguiño. Antes de beber, hará caer sus lágrimas en el líquido para contrarrestar el efecto del azúcar rancio y la leche cortada. Aun así, buscara a ciegas las dos monedas que siempre viajaban en su bolsillo. Sin resultado, la mujer cielín tendrá que conformarse con una mirada tímida de poeta en paro.


Con sus venas inundadas de cafeína, hará un pacto con la luna para prolongar la noche en un prostíbulo. Sus labios se bañarán en carmín sucio y sus manos dibujarán la lujuria con leves pinceladas de arrepentimiento en un cuerpo dispuesto a soportar náuseas con tal de disfrutar del dinero. Y sin tiempo para averiguar el sobrenombre de la última musa de su entrepierna, se abalanzará sobre una nueva calzada (ésta con zapatos de tacón) antes de pararse ante un saxofonista de calle enferma. Su mano buscará a ciegas las dos monedas que siempre viajaban en su bolsillo. Sin resultado, se marchará presentándole aún más motivos al bluesman para continuar su triste resentimiento melodioso.


Y con las primeras gotas del sol llegará a casa entre lengüetazos de alcohol. Y tropezarán sus pies por el largo pasillo sin luz. Y sus brazos buscarán el calor de unas paredes desvestidas mientras se repite a modo de tantra que las paredes hablan más que los hombres pero escuchan menos que las piedras, cuando todo el mundo sabe que es al revés. Y encima de su cama sin hacer, descubrirá las dos monedas que su mano buscó a ciegas en el bolsillo. Y, entre ellas, el reflejo de su ausencia... el recuerdo de su huida.


Pero de momento está en la mesa de la esquina, escribiendo líneas para una mujer provocadora de falda corta y piernas bonitas que jamás conocerá.


Tidal waves don't beg forgivness
crash,then on their way
Father, he enjoyed collisions
Others walked away
The snow flake falls falls in May
(Man of the hour - Pearl Jam)

28 ago 2007

Hoy el fútbol llora...

22 ago 2007

Enmudeciendo

- Eres tan difícil... Y a veces resultas tan complicado...

- Si no lo fuera no estaría tratándote igual que a los demás.

- ¿Y por qué no? Quiero ser especial y diferente y única. Quiero serte. Quiero serte y quiero que me seas.

- Oh...



Sé que hay un loco muy dentro de mí
y aún se retuerce
y así lo arrastro por toda la noche.
Él nunca se duerme.
(No quiero perderte - Elodio y los seres queridos)

2 ago 2007

Tu boca azul

Los ojos ya no se acordarán de acechar al cielo
en las brillantes noches de verano
para buscar las lágrimas escondidas
entre las estrellas descuidadas.
En un intento del viento por apagar el sol,
el aire arderá hasta hacerse visible,
la lluvia secará las cenizas de un cementerio olvidado
y las lenguas se ahogarán en bocas ajenas.
Pero mientras los pájaros susurren canciones imposibles,
los amaneceres seguirán siendo eternos
y la luna continuará arropando a la noche
en la inconsciencia de la necia humanidad.
Y cuando todo esto suceda,
sin que nadie me vea,
me refugiaré en tus ojos...
huyendo de la más digna soledad.